Los quistes son unas de las lesiones de la piel que evaluamos y tratamos con mayor frecuencia en dermatología. Muchos pacientes simplemente quieren asegurarse de que son benignos y no un signo de cáncer en la piel, mientras que otros prefieren ser tratados de todos modos.
Son causados cuando el poro de una glándula sebácea o un folículo velloso se obstruye. Literalmente tenemos miles de pequeños folículos diseminados a través de la superficie de nuestra piel. Dentro de cada folículo hay células de la piel que se supone van a ir subiendo hacia la superficie y se van a desprender.
Para que se desarrolle un quiste, todo lo que se necesita es que uno de estos folículos se obstruya. Esto puede suceder por muchas razones- un pequeño giro en el poro, las células de la piel se acumulan y se mezclan con el sebo, etc. Una vez que se forma el tapón, las células de la piel dentro del poro, no tienen a donde ir, se acumulan debajo de la superficie y forman el ‘bultito’ que nosotros conocemos como ‘quiste’.
TRATAMIENTO
Primero, generalmente los quistes no necesitan tratamiento. A menos que uno de ellos presente inflamación repetidamente o causa deformidad física, en general son solo una molestia pero no ocasionan ningún daño.
Por esta razón, las compañías de seguros generalmente se rehúsan a cubrir el tratamiento de los quistes que no dan síntomas (crecen, son dolorosos, están drenando, etc.)
Si necesitan removerse, la pregunta sería ¿cómo? Hay dos opciones principales:
Incisión & Drenaje o Escisión
Incisión y drenaje es el nombre formal usado para describir drenaje o ‘punción’ del quiste. Su ventaja principal es que puede hacerse fácilmente en el consultorio en cuestión de minutos. Si el quiste es doloroso o está inflamado, la incisión y drenaje ofrece un alivio inmediato.
La desventaja de tratar el quiste por incisión y drenaje es que al hacer eso solamente removemos los contenidos del quiste, pero no necesariamente el quiste completo. Fíjese en el diagrama de la primera página. Un quiste bien desarrollado usualmente tiene un ‘saco de recubrimiento’ que puede permitir al quiste desarrollarse nuevamente si no se remueve. Por lo tanto la incisión y drenaje puede a) dar alivio inmediato o b) por lo menos al principio, dar la apariencia de que el quiste ya no está ahí. Sin embargo el quiste puede regresar porque el saco quístico simplemente se ‘vuelve a llenar’.
La escisión, por otro lado, es el método que usamos para remover completamente el quiste con su saco y todo. Su principal ventaja es que ofrece la mayor probabilidad de que el quiste ya no regresará.
Existen sin embargo algunas desventajas en la escisión. Primero, la escisión es un procedimiento quirúrgico formal que involucra una instalación adecuada, instrumentos y tiempo asignado-apartado. En muchas clínicas las escisiones se realizan solo en ciertos ‘días quirúrgicos’.
Otra desventaja de la escisión es que involucra un corte un poco mayor que el usado para incisión y drenaje. Además, una vez que el quiste se ha escindido completamente, el sitio debe cerrarse con puntos. Después de permitir la cicatrización por una o dos semanas, es necesario regresar nuevamente al consultorio para el retiro de los puntos.
Finalmente, no se puede hacer una escisión en un quiste inflamado. Muchas personas no se dan cuenta de esto, pero la inflamación del quiste usualmente no es un signo de infección, solo significa que el saco quístico se ha roto. El cuerpo reacciona a la fuga desde el saco quístico presentando enrojecimiento y sensibilidad en la zona, justo como cuando se va a formar una infección. Debido a que la meta de la escisión es quitar todo el quiste, no se puede quitar hasta que cualquier ruptura en el saco haya tenido tiempo de cicatrizar.