La rosácea es una condición única de la piel que puede presentarse en una variedad de formas en un amplio espectro de población. Cuando la mayoría de las personas piensan en ‘rosácea’, piensan en la apariencia clásica de un enrojecimiento a través de la parte central de la cara. Sin embargo, muchos también experimentarán brotes similares al acné, ya sean solos o en combinación con el enrojecimiento. Las áreas afectadas también son mucho más amplias que las típicas localizadas en la frente, nariz y mejillas. De hecho, la barba, orejas, cuello, cuero cabelludo e incluso los ojos pueden estar afectados (lo que se conoce como “rosácea ocular”).
La causa que lo produce sigue siendo un misterio. La realidad es que la rosácea es probablemente causada por diferentes cosas en diferentes personas. Los factores que contribuyen incluyen:
Genética
- Mucho más común en aquellos con ancestros de Europa del Norte o del Este.
Alimentos, bebidas u otras condiciones que estimulan el enrojecimiento como:
- Calor
- Alcohol
- Comida picante
- Lavados abrasivos o agresivos
Bacterias
- Los antibióticos tópicos y sistémicos siguen siendo el tratamiento más común para la rosácea, aunque el exacto mecanismo de acción sigue siendo desconocido.
- Para algunos pacientes, el tratamiento de bacterias del estómago puede significar una mejoría en la rosácea (aunque para otros puede no tener mayor beneficio).
Demodex
- No es agradable pensar en ello pero existen ácaros microscópicos que normalmente viven en los folículos de la piel de prácticamente todas las personas. Para algunos pacientes con rosácea, el tratamiento con Demodex puede ofrecer una mejoría importante.
El tratamiento de la rosácea siempre empieza evitando los factores que producen enrojecimiento, incluyendo los mencionados arriba. Todos los demás tratamientos involucran el uso de medicamentos o procedimientos. Ya que la situación de cada persona es única, tu dermatólogo formulará un plan de tratamiento basado en tus necesidades específicas.
