La Queratosis Actínica es una de las lesiones más comunes descubiertas durante los exámenes de la piel, y a menudo se les refiere como ‘pre-cáncer’. En dermatología, simplemente las llamamos ‘AK’s’ por sus siglas en inglés.
Las AK’s son el resultado del daño causado por la luz ultravioleta (UV) – que se encuentran tanto en la luz solar como en las lámparas que se usan en las camas de bronceado. La luz UV cambia las células de tal forma que hace que ‘crezcan muy rápido para su propio bien.’ La epidermis afectada no madura normalmente y tiende a enrojecerse, a sentirse áspera y quizás esté sensible al tacto.
La razón por la cual se le llama ‘pre-cáncer’ es porque la mayoría de los carcinomas de células escamosas (SCC) surgen por las AK’s. Sin embargo, la mayoría de las AK’s no se transforman en SCC. Entonces, ¿exactamente cuál es el riesgo? Esa es una muy buena pregunta, y tiene muchas respuestas. La tasa estimada de transformación de una AK a un SCC oscila entre menos de 1% a más del 10%. El problema para ofrecer un cálculo exacto es que hay muchos factores que juegan un papel en esto. Estos incluyen la edad del paciente, el estado inmunológico, un historial de cáncer de piel, y el nivel actual de exposición a los rayos UV. Independientemente del riesgo exacto, pueden convertirse en cáncer de piel, y la recomendación en general es que es más seguro tratarlas que darles seguimiento.
Para un número limitado de AK’s, la ‘criocirugía’ es el tratamiento más común. Con este tratamiento se aplica nitrógeno líquido a la AK para esencialmente ‘congelarla’. Esto hace que la lesión se inflame y en unas semanas se caiga como si fuera piel vieja. Como sucede con cualquier tratamiento, este método tiene algunas desventajas.
La primera desventaja de la criocirugía es que cada aplicación de nitrógeno líquido duele un poco, ocasionando que las zonas donde se aplica el tratamiento queden sensibles, tanto durante el tratamiento como hasta unos días después de haberlo realizado. Congelar también puede dañar a las células sanas de pigmento, por lo cual algunas zonas donde el tratamiento se aplicó lucirán permanentemente más claras que el resto de la piel a su alrededor. Por último, la criocirugía funciona mejor como un ‘tratamiento en un sólo sitio’. Es decir, si un paciente tiene un número limitado de AK’s, congelarlas puede dar un buen resultado. Si hay muchas AK’s agrupadas en zonas más extensas, hay alternativas que pueden ser una mejor opción.
Estos otros métodos a menudo son conocidos como tratamientos de ‘campo’. Se les llama así porque en vez de sólo tratar lesiones individuales como sucede al congelarlas, pueden tratar zonas completas (‘campos’) de piel afectada como en el rostro, los antebrazos o las manos. Los dos métodos de ‘tratamiento de campo’ más comunes son utilizar en casa un medicamento tópico recetado, o a través de un procedimiento realizado en el consultorio médico.
El método del medicamento tópico recetado consiste en aplicar una crema a las AK’s. Hay varias de estas cremas disponibles y se usan ya sea unos cuantos días o hasta varias semanas. La ventaja principal de usar estas cremas es que permiten tratar múltiples lesiones al mismo tiempo. También las cremas se dirigen ante todo a las células anormales, causando un daño mínimo a la piel sana, así es que el riesgo de dejar cicatrices es menor que cuando se congelan las lesiones. La principal desventaja de usar una de estas cremas tópicas recetadas es que durante el tratamiento, las zonas afectadas se enrojecerán y se inflamarán – especialmente hacia el final del tratamiento. Los pacientes que estén tratando una zona muy visible (como la cara) deben considerar compromisos de trabajo y sociales antes de optar por este tratamiento. Finalmente, estas cremas pueden ser caras. Los seguros generalmente brindan cobertura, pero los copagos y los deducibles pueden generar gastos significativos a su bolsillo.
La alternativa para usar en casa una receta tópica, es un tratamiento que se realiza en la clínica llamado ¨fotodinámico¨ o ¨terapia de luz azul¨. Este procedimiento se realiza primero aplicando un líquido llamado ácido aminolevulínico (ALA) a las zonas afectadas. El ALA es preferentemente absorbido por las células ásperas, escamosas que son típicas de la queratosis actínica. Después de darle tiempo para absorberse, entonces, la piel se expone a una lámpara de ‘luz azul’ por unos 17 minutos, la cual activa el ALA para destruir a las células atípicas. Al igual que las cremas recetadas mencionadas anteriormente, el tratamiento con ‘luz azul’ también causa enrojecimiento e inflamación. Sin embargo, con el tratamiento de ‘luz azul’ el enrojecimiento comienza de inmediato (el día del tratamiento) y generalmente se quita de 5-7 días (en vez de durar semanas como ocurre con la crema). Finalmente, dado a que es un ‘procedimiento’ en vez de una receta, puede ser que los seguros paguen por la ‘luz azul’ porque generalmente no se requiere cobertura por medicamentos.