La dermatitis seborreica (‘seb derm’) es una condición de la piel caracterizada por inflamación y acumulación de escamas, a través de las áreas corporales que tradicionalmente tienen predisposición a ser ‘aceitosas’. De hecho el término médico sebum se refiere al aceite producido por nuestra propia piel, de manera que la palabra seborreica esencialmente significa ‘aceitosa’. En los adultos, las áreas afectadas pueden incluir, el cuero cabelludo, la frente, las cejas, orejas, los pliegues nasales y el tórax medio. Se sabe que puede llegar a afectar el cuero cabelludo de los niños pequeños y a eso se le llama ‘costra láctea’.
Muchos pacientes con dermatitis seborreica ni siquiera saben que tienen una condición de piel que es tratable. Cuando se limita al cuero cabelludo muchas veces se toma equivocadamente por ‘caspa’. En la cara muchos solo piensan que tienen la piel seca. Además de su apariencia escamosa, la comezón puede también ser un problema. Y ¿qué es lo que la causa?
Mientras que muchos factores influyen en la dermatitis seborreica, la más común parece ser una levadura natural conocida como Malassezia. Aun cuando puede encontrarse en la piel de todo el mundo, aquellos con ‘seb derm’ se cree son sensibles ya sea solo a su presencia o tal vez a las toxinas que produce. Como se ve aquí, la Malassezia transforma lo que debería ser una piel aceitada en la erupción escamosa que reconocemos como dermatitis seborreica.
Aunque no existe una cura, las escamas de la dermatitis seborreica son en general muy fáciles de controlar con el manejo del tratamiento adecuado. Debido al papel de la Malassezia, los medicamentos que controlan las levaduras dan un buen punto de partida. De hecho, los ingredientes activos que se encuentran en la mayoría de los champús para la caspa son aquellos que matan a la levadura.
Para algunos pacientes, sin embargo, algunos otros factores están en juego y controlar la Malassezia exclusivamente no es suficiente. Cuando esto pasa, opciones adicionales de tratamiento incluyen esteroides tópicos suaves o cremas o lociones no esteroideas. Tu dermatólogo revisará las opciones y te dará recomendaciones basadas en tus necesidades específicas y en tu respuesta a tratamientos anteriores.